No existe mucha documentación sobre los orígenes de La Cierva. Al parecer ya existía un pequeño poblado pastoril en la Edad del Bronce. Sin entrar en la repercusión que pudieran tener en la comarca las invasiones de las tribus europeas en la península y mucho menos afirmar la existencia en ella de los primeros pobladores de la Tierra, (no se ha encontrado ningún resto que lo certifique en el yacimiento paleontológico de gran riqueza descubierto en "Las Hoyas").

Con certeza se puede confirmar la invasión musulmana en este pueblo en el año 900 d.c, pudiendo llegarse a pensar que "Los Casares", (zona de La Cierva que debe su nombre por las ruinas de las casas que en ella se observan), serían pequeños asentamientos musulmanes que no llegaron a formar ni tan siquiera una aldea. Serían pequeños núcleos musulmanes, explotadores agrícolas o madereros para el abastecimiento de las tropas árabes, muy bien arraigadas en Cuenca capital y alrededores. Sin ir mas lejos, en Cañada del Hoyo (municipio próximo a La Cierva), debió de existir un asentamiento mucho más poderoso, numeroso y duradero de musulmanes que incluso llegaron a fortificarse para su defensa.

Los árabes no fueron quienes colaboraron en la formación de La Cierva como pueblo, entre otras cosas porque la agricultura y ganadería no eran su principal fuente sino el comercio artesanal que sólo existía en Cuenca capital, donde sí estuvieron durante bastantes años formando una rica plaza bien estrechada y guarnecida; quizás por su lugar estratégico de paso de tropas del centro al este de la península.

PastoreoCuenca, y después su provincia, fue conquistada por los moros en el año 1177 por Alfonso VIII y fue Enrique IV, dos siglos después, quien hizo de Cuenca una provincia verdaderamente libre, extensa y próspera, donde empieza a nacer vigorosamente su agricultura, pastoreo, comercio maderero y el artesanado.

Pero es todavía un poco pronto para situar a La Cierva como pueblo o simplemente mero asentamiento.

Es quizás a finales del siglo XVI o principios del XVII y concretamente en el floreciente reinado de Felipe IV, con la formación de grandes ciudades como Madrid, Toledo, Cuenca; cuando se hacen necesarias ciertas materias primas para el abastecimiento de las mismas. Fue tal vez cuando algunos grupos de familias, (Moyas, Buenos, Medinas, Azaustres, González, Villares, etc.) deciden asentarse en lo que es actualmente el pueblo de La Cierva, entonces aldea. Fueron atraídos quizás, por el descubrimiento de unas minas de mármol y jaspe cercanas al pueblo, (a unos 3 kilómetros), en el lugar conocido actualmente como "Las Canteras". Minas que se explotaron hasta finales de 1700 y que eran de reconocido prestigio por su calidad en toda España.

La Cierva, como aldea, se formaría gracias a la explotación de las canteras. Su situación era perfecta geográficamente; situada en un risco con dos suaves vaguadas a un lado y a otro. Además, por su valor geográfico-natural, era idónea para la explotación agrícola, ganadera y cinegética.

A la explotación de "Las Canteras" hay que añadir que sobre el año 1725, el descubrimiento de un nuevo mineral, el hierro, en un lugar conocido como "Las Menas", en el sitio de las "Mayanas".

Puede que coincidieran en el tiempo, aunque ambas explotaciones desaparecieron al poco de comenzar la extracción del hierro; por su poca productividad y porcentaje de dicho mineral en la extracción.

Fue por entonces, sobre el año 1750, cuando se confiere a La Cierva, el título de "aldea realenga" y se nombra a un regidor-alcalde para el pueblo. También a principio de este siglo es cuando se construye la ermita del "Jesús Bendito". Los gastos para su construcción debieron de ser sufragados por los moradores del pueblo, en su mayoría trabajadores de las canteras o minas y obedeció a la falta de un santo lugar para la práctica de los oficios religiosos. La iglesia no existía y tampoco un cementerio o camposanto, por lo que las personas buscaron un lugar santo para el descanso eterno de sus familiares.

Catedral CuencaLas canteras de mármoles y jaspes debieron de ser muy importantes y así lo atestigua que un arquitecto de Cuenca, llamado Mateo López casado con Quiteria Martínez Real, nacida en La Cierva, hija de Juan Martínez y Bárbara Real, utilizase los mármoles y jaspes, extraídos de las canteras para ampliar un nuevo altar de la catedral de Cuenca. Esto sucedió entre los años 1775 y 1797. Esta señora, Doña Quiteria, en su testamento otorgado el día 13 de noviembre de 1787, muestra su devoción por la ermita del "Jesús Bendito", dispone que los alquileres de los bienes de su propiedad sean administrados por el párroco de La Cierva y disponga de ellos para el "santuario". También dona 300 reales para la terminar la iglesia, obras que habían comenzado varios años antes.

En ese momento, es cuando La Cierva se desarrolla con más esplendor. Paralelamente a la explotación de las canteras y/o minas de hierro, los habitantes del pueblo se inician en la agricultura y en la ganadería, fuentes principales de abastecimiento y subsistencia con el paso del tiempo.

El lugar donde estaba asentada era el más propicio para realizar estas actividades. Las dehesas para el cultivo del trigo y avena, las sabinas y sus pastos idóneos para el pastoreo y como no, las numerosas fuentes manantiales: Fuente de la cuesta, Fuente buena, Fuente del mogo, Fuente de los serradores..)

La Cierva llega a tener en el año 1835, 70 casas, muchas de ellas revestidas de mármol y jaspes. Fue entonces cuando se construyeron la mayoría de las casas con "aspilleras", que no obedecen a otra cosa que a la propia defensa del bandolerismo de la época. También en ese mismo año se construye un edificio para albergar al ayuntamiento y la iglesia es terminada, regida por un teniente eclesiástico.

La agricultura era la ocupación principal de los habitantes, se llegan a cultivar 1700 fanegas de tierra y la producción principal es de trigo, escaña y patatas, existiendo además un buen número de cabezas de ganado diseminadas por todo el término. Otra fuente de vida para algunos era el molino harinero próximo al "Vado"; comercializando gracias a la gran producción de trigo.

Texto: José Antonio González

Monumentos

JesusEn cuanto a los monumentos de La Cierva, hay que destacar la ermita del Jesus Bendito y la iglesia parroquial.

Durante los siglos XVIII y XIX, eran numerosas las romerías para demandar curaciones al Cristo de la ermita de La Cierva y, hoy día, esa fé sigue estando muy arraigada entre las gentes de La Cierva, como demuestran las numerosas ofrendas que se pueden observar en el interior de la ermita y que los fieles han ido entregando en sus visitas. La imagen original de Cristo que existía en la ermita fue destruida durante la Guerra Civil y sustituida posteriormente por la que existe en la actualidad.

La iglesia tiene una entrada con una portada de arco de medio punto con dovelas lisas con imposta moldurada y corrida de bezantes y arista de bozel con canaleta.

Otro monumento interesante es la Cruz de los Caídos que está situada a la entrada del pueblo y que fue trasladada a La Cierva desde la Plaza Mayor de Cuenca.Cruz

 

 

 

 

Bibliografía

  • "Pinceladas históricas sobre La Cierva", Francisco Sanchos
  • "La Guerra Apasionada. Historia de la Guerra Civil Española", Peter Wyden
  • Gran Enciclopedia Ilustrada (Danae)
  • "Pueblos y Paisajes, Serranía Alta Conquense" , Miguel R. Sáiz
  • Instituto Nacional de Estadística www.ine.es